16/09/2024
10 Comportamientos de Liderazgo a Detener: Mi Viaje Personal para Superar los Retos del Liderazgo
Ser un líder en el vertiginoso mundo empresarial actual significa navegar por el cambio constante. Pero seamos sinceros: no siempre es fácil. He luchado con hábitos que frenaban a mi equipo; aprender a abandonarlos no ha sido fácil. He aquí diez comportamientos contraproducentes que he tenido que abandonar (y en los que sigo trabajando) para crear un entorno mejor para el cambio.
1. La microgestión
Por qué parar: Ahoga la creatividad y la autonomía, lo que conduce a la frustración.
Solía pensar que microgestionar significaba estar al tanto de todo. En cambio, hacía que mi equipo se sintiera asfixiado. Cuando por fin me dejé llevar y confié en ellos para que se hicieran cargo, su productividad se disparó.
Consejo: Establece objetivos claros y luego retrocede. Busca apoyo, no control.
2. Resistirse a las nuevas ideas
Por qué parar: Ceñirse a métodos antiguos limita la innovación.
Lo admito, me resistía a los nuevos enfoques, pensando que yo sabía más. Pero cuando vi cómo mi reticencia frenaba al equipo, me di cuenta de que el cambio era necesario.
Consejo: Prueba nuevas ideas a modo de ensayo. Estar abierto a nuevas estrategias puede revelar mejores soluciones.
3. Evitar conversaciones difíciles
Por qué parar: Evitar las conversaciones difíciles hace que los problemas se agraven.
Evitaba el conflicto porque me resultaba incómodo, esperando que los problemas se resolvieran por sí solos. No fue así. Afrontarlos de frente fue duro, pero generó confianza y mejoró la dinámica del equipo.
Consejo: Aborda los problemas pronto y con calma. Escucha primero y luego propón soluciones.
4. No comunicar la visión
Por qué parar: Un equipo sin dirección pierde tiempo y energía.
Una vez dirigí un gran proyecto sin comunicar claramente la visión. Todo el mundo estaba perdido y los resultados fueron un desastre. Cuando aclaré el “por qué” de nuestros objetivos, todo encajó.
Consejo: Reitera tu visión con regularidad. Asegúrate de que tu equipo sabe cómo encaja su trabajo en el panorama general.
5. Sobrecarga con el cambio
Por qué parar: Demasiados cambios demasiado deprisa provocan agotamiento y resistencia.
Definitivamente, he abrumado a mi equipo al intentar implantar demasiados cambios a la vez. Les dejaba exhaustos y desmotivados.
Consejo: Prioriza los cambios y aplícalos gradualmente. Da tiempo a tu equipo para adaptarse.
6. Ignorar los comentarios
Por qué parar: Desestimar los comentarios aísla a tu equipo y limita el crecimiento.
Hubo veces en que ignoré los comentarios, dando por sentado que yo sabía más. Pero cuando por fin escuché, me di cuenta de la valiosa información que me estaba perdiendo.
Consejo: Busca activamente opiniones y tómatelas en serio. Incluso los pequeños cambios basados en las aportaciones pueden tener un gran impacto.
7. Mantener el statu quo
Por qué parar: Aferrarse a la vieja forma de hacer las cosas bloquea el crecimiento.
Solía resistirme a actualizar nuestros procesos, pensando que los métodos antiguos eran “suficientemente buenos”. En cuanto vi lo atrasados que estábamos, supe que el cambio era necesario.
Consejo: Evalúa periódicamente lo que funciona y lo que no. Anima a tu equipo a desafiar la norma.
8. No reconocer los esfuerzos
Por qué parar: La falta de reconocimiento desmotiva a tu equipo.
Durante mucho tiempo, no me di cuenta de lo importante que era el reconocimiento. Mi equipo hacía un gran trabajo, pero yo nunca se lo reconocía. Cuando empecé a reconocer sus esfuerzos, la moral y la productividad mejoraron espectacularmente.
Consejo: Celebra tanto las pequeñas como las grandes victorias. Demuestra a tu equipo que ves y valoras su duro trabajo.
9. Descuidar el desarrollo personal
Por qué parar: Si no estás creciendo, te estás quedando atrás.
Hubo un tiempo en que dejé de aprender, pensando que ya tenía suficiente experiencia. Pero a medida que surgían nuevos retos, me di cuenta de lo poco preparada que estaba.
Consejo: Comprométete con el aprendizaje continuo. Ya sea mediante cursos o tutorías, mantente actualizado y adaptable.
10. Crear una cultura basada en el miedo
Por qué parar: El miedo ahoga la creatividad y la innovación.
En el pasado, ampollaba los errores, pensando que así los evitaría. En lugar de eso, hacía que mi equipo tuviera miedo de arriesgarse. Cuando cambié a un enfoque más solidario, se sintieron seguros para innovar y compartir ideas.
Consejo: Fomenta una cultura en la que los errores se consideren oportunidades de aprendizaje, no fracasos.
El liderazgo no consiste en ser perfecto. He tropezado muchas veces y sigo aprendiendo. Lo que importa es reconocer estos comportamientos y trabajar activamente para cambiarlos. ¿Quieres mejorar tu liderazgo? Empieza con un hábito y sigue a partir de ahí. Si necesitas ayuda, no dudes en ponerte en contacto conmigo: ¡me encantará compartir lo que he aprendido (y los errores que he cometido) por el camino!
Podemos ayudarte a ti y a los responsables de tu equipo a desarrollar estas habilidades y comportamientos. Si quieres saber más, ¡no dudes en ponerte en contacto con nosotros!