Definir un Propósito, para ti mismo, tu equipo u organización; la clave para alcanzar el éxito Definir un Propósito, para ti mismo, tu equipo u organización; la clave para alcanzar el éxito

13/10/2024

Definir un Propósito, para ti mismo, tu equipo u organización; la clave para alcanzar el éxito

Christophe Martinot

Christophe Martinot

En un mundo lleno de tareas, plazos y exigencias siempre cambiantes, es fácil perderse en la rutina diaria. Aunque los objetivos son importantes, la verdadera clave para alcanzar el éxito reside en definir un propósito claro. Ya sea para ti, para tu equipo o para tu organización, un propósito bien definido es crucial para guiar una transformación significativa y el éxito a largo plazo. El propósito es el ancla que impulsa la agilidad, la resiliencia y el verdadero liderazgo.

Un propósito sólido es especialmente crítico cuando se afrontan retos como la agilidad empresarial, la transformación o el liderazgo de servicio. Estos enfoques requieren una comprensión más profunda de por qué estás haciendo cambios o estableciendo objetivos, en lugar de centrarte simplemente en los resultados. Como he escrito en mis anteriores blogs sobre la agilidad empresarial y el liderazgo de servicio, un propósito claro no sólo impulsa la innovación, sino que también garantiza que te mantengas centrado en ofrecer un valor real a los clientes y a los equipos, en lugar de limitarte a alcanzar objetivos.

Como exploré en mi anterior post sobre agilidad empresarialla capacidad de adaptarse rápidamente en el mercado actual está impulsada por un propósito claro, que garantice que tu equipo sigue siendo flexible al tiempo que se mantiene alineado con los objetivos a largo plazo. Al igual que en liderazgo de serviciodonde el propósito del líder es servir y elevar a su equipo, definir un propósito para tu equipo puede crear una base para la verdadera colaboración y el crecimiento. Cuando se trata de transformación organizativael propósito actúa como brújula, manteniendo el rumbo del equipo en medio de la complejidad y los rápidos cambios que suelen producirse durante los esfuerzos de transformación”.

Pero hay una distinción clave que debemos comprender: objetivos y propósito no son lo mismo. Los objetivos son logros específicos y mensurables que nos fijamos en el camino. El propósito, en cambio, es la razón por la que fijamos esos objetivos en primer lugar. Es el “por qué” que hay detrás de todo lo que hacemos. Sin propósito, los objetivos pueden parecer vacíos y desconectados, pero cuando se alinean con un propósito claro, los objetivos se convierten en poderosos hitos en un viaje significativo.

Profundicemos en cómo definir un propósito sólido -para ti, tu equipo o tu organización- puede abrir la puerta al éxito duradero.

Purpose vs. Goals: Understanding the Difference

Antes de explorar el propósito en acción, aclaremos la diferencia entre propósito y objetivos.

El propósito es tu razón de ser. Es tu motivación central, la fuerza impulsora de lo que haces. El propósito es amplio y a largo plazo, y da forma a cada decisión y acción que tomas.

Los objetivos son las metas concretas que te propones alcanzar. Son pasos mensurables y sujetos a un plazo que te guían en el camino hacia el cumplimiento de tu propósito.

Por ejemplo, supongamos que tu propósito como organización es mejorar la accesibilidad a la sanidad de las poblaciones desatendidas. Uno de tus objetivos podría ser aumentar la inscripción de pacientes en un nuevo programa sanitario en un 20% durante el próximo año. El propósito responde a “por qué” lo haces, y el objetivo define “qué” tienes que hacer para que ese propósito se haga realidad.

Purpose for Individuals: Discovering Your Why

A nivel personal, definir tu propósito comienza con el autoconocimiento y la reflexión. Comprender lo que te impulsa, lo que valoras y cómo quieres marcar la diferencia sienta las bases de tus objetivos y acciones.

Cuando trabajaba en empresas multinacionales, tenía objetivos por los que me esforzaba: lanzar productos, hacer crecer unidades de negocio y alcanzar metas. Pero con el tiempo, sentí una desconexión. Aunque conseguía mis objetivos, me faltaba una sensación de plenitud. Hasta que no di un paso atrás y me centré en mi propósito, todo cambió. Mi propósito quedó claro: ayudar a las organizaciones a crear lugares de trabajo mejores y más felices en los que las personas prosperaran. Con este propósito en mente, empecé a fijar nuevos objetivos que se alineaban con mis valores y puntos fuertes.

¿Cuál es la clave? El propósito es tu guía a largo plazo; los objetivos son los pasos que das para alcanzarlo.

Purpose for Teams: Uniting Strengths Around a Common Why

Cuando se trata de equipos, el propósito es aún más esencial. Sin un propósito compartido, los equipos pueden acabar trabajando en silos, centrándose en objetivos individuales sin alinear sus esfuerzos hacia un resultado colectivo. Un propósito de equipo claro aúna los puntos fuertes de todos, mantiene la colaboración centrada y crea impulso hacia un objetivo común.

Permíteme compartir un ejemplo de un equipo de liderazgo de ventas con el que trabajé. Al principio, el equipo se centraba exclusivamente en alcanzar los objetivos de ventas: tenían metas, pero no un propósito unificador. El cambio se produjo cuando trabajamos juntos para definir un nuevo propósito: aportar valor al cliente. Al comprender por qué trabajaban juntos, el equipo pudo alinear sus objetivos con este propósito más amplio. Ya no se trataba sólo de alcanzar cifras, sino de servir a los clientes de forma significativa.

Utilizamos un ejercicio de descubrimiento del propósito inspirado en Simon Sinek, en el que el equipo se preguntó: “¿Por qué existimos como equipo?”. Esto aclaró su propósito y les ayudó a establecer objetivos que se alinearan con esta nueva dirección compartida.

Purpose for Organizations: The Long-Term Vision for Success

Para las organizaciones, el propósito desempeña un papel crucial en el éxito a largo plazo. Aunque los objetivos pueden cambiar con frecuencia a medida que evolucionan las condiciones del mercado, el propósito sigue siendo la estrella guía que garantiza que todas las decisiones y estrategias estén alineadas con la misión principal de la organización.

Un ejemplo de mi propia experiencia lo pone bien de manifiesto. En la industria farmacéutica, una vez lanzamos un programa de apoyo al paciente con el objetivo de inscribir a un gran número de pacientes. Pero el programa no tuvo éxito porque carecía de un propósito que realmente resonara entre los pacientes y los profesionales sanitarios. El equipo estaba tan centrado en los objetivos (cifras de inscripción) que pasaron por alto el propósito: crear valor para los pacientes.

Cuando replanteamos la finalidad del programa -proporcionar un apoyo real que satisficiera las necesidades de los pacientes-, todo cambió. Nuestro objetivo de aumentar las inscripciones pasó a ser secundario frente a nuestro propósito de mejorar la atención a los pacientes y, como resultado, el programa tuvo mucho más impacto y éxito.

Esta experiencia me enseñó que el propósito es lo que mantiene a una organización resistente y adaptable. Puede que los objetivos tengan que cambiar, pero cuando tienes un propósito claro, te mantienes firme incluso en tiempos de cambio.

How to Define Purpose at Every Level

Tanto si estás definiendo el propósito para ti, para tu equipo o para tu organización, el proceso comienza planteándote tres preguntas clave:

1. ¿Por qué existo (o existimos)?

2. ¿Qué valor quiero (o queremos) crear?

3. ¿Cómo quiero (o queremos) influir en el mundo (o en nuestros clientes, empleados, etc.)?

Para los individuos, puede ser un ejercicio de reflexión personal. Para los equipos, puede consistir en talleres de colaboración en los que os alineéis en torno a un propósito compartido. Para las organizaciones, la dirección debe asegurarse de que el propósito de la empresa se comunica claramente y se entreteje en cada estrategia, decisión y objetivo.

Bringing Purpose and Goals Together: The Winning Formula

Ahora que hemos explorado la diferencia entre propósito y objetivos, he aquí la clave del éxito duradero: tu propósito define la dirección a largo plazo, mientras que tus objetivos son los pasos a corto plazo que te ayudan a conseguirlo.

Para las personas, el propósito da sentido a su carrera y a su vida, más allá de ir acumulando logros. Para los equipos, alinea los esfuerzos de todos hacia un impacto significativo. Para las organizaciones, la finalidad proporciona la resistencia necesaria para adaptarse e innovar, manteniéndose fieles a su misión.

Conclusión: El propósito es la estrella polar, los objetivos son los hitos

En un mundo que exige agilidad y adaptabilidad, es fácil perder de vista el panorama general. Pero cuando defines un propósito claro -para ti, tu equipo o tu organización- tienes una estrella guía que te mantiene centrado en lo que realmente importa.

Recuerda: los objetivos son los hitos, pero el propósito es el destino. Define primero tu propósito, y tus objetivos te seguirán de forma natural. Juntos, forman la hoja de ruta hacia el éxito.

Podemos ayudarte a ti y a los responsables de tu equipo a desarrollar estas habilidades y comportamientos. Si quieres saber más, ¡no dudes en ponerte en contacto con nosotros!